miércoles, 5 de agosto de 2009

escuchar jazz es como masturbarse el oído, como si descubrieras que el oído es una de las zonas erógenas más privilegiadas de tu cuerpo y por allí entra un goce muy delicioso, inaudito.
igual, no con todo el jazz me pasa eso.
gracias a dios, o alguna otra cosa distinta que la humanidad, el jazz tiene distintas ramas, y mientras algunos se dedican a arruinarlo todo, otros exploran los distintos sabores e intensidades posibles.
tengo una afición particular por el jazz donde los solistas principales son vientos, como charlie parker, sonny rollins, john coltrane, gillespie, y bueno, miles davis, entre otros. otros instrumentos son interesantes, pero el jazz es a los vientes como el tango es al fueye, no hay con qué darle. obvio q hay otros instrumentistas que son excepcionales, pero para mi no llegan a lo mismo.

otra cosa: pocos blancos pueden lograr cosas interesantes con el jazz. al menos a mi oído, porque por algo son conocidos, o no. mientras más oscuro sea su color de piel, su tocada más delirio y "groove" va a tener. no hay con qué darle a eso, la claridad de la piel se correlaciona con el frío, y eso es cierto en muchos niveles